sábado, 17 de julio de 2010

► Sábado

07:30 me cantó al oído Piero, pero le dije: -Nooo!!!- y me volvió a cantar a las 08:00. Recordé que era sábado, por lo tanto no es horario para levantarse, pero igual tenía ganas de ir, tenía ganas de verlo, tenía ganas de acompañar a su familia, aunque tenía y tenía sueño ¬¬!
Me decidí y salí de la cama, me duché y me vestí rápido. -Como nunca-, mientras tomaba desayuno maquillaba mi cara de tuto un poco. Le dí desayuno a Mom, me lavé los dientecitos, ví la hr y me fuí.

8:30 salí de casa rumbo al paradero, a paso rápido pensaba en que sería un día largo, sentía el viento fresco, me congelaba por completa... deseaba mi cama.
8:35 tomé la micro vacía y la cumbia sonaba fuerte, cosa que no me molestó, porque hasta me animó y despertó, pero igual... deseaba mi cama.
8:45 llegué a la casa, abrazo, beso y nos metímos en el sofá... tiritaba. La casa estaba en silencio y era evidente el estrés y cansancio de todos; el living era un bazar de chucherías.

09:30 bajó la Toby y simplemente la abracé fuerte... sé que sintió que compartía su dolor, a pesar de no haber conocido al personaje del día.
Seguímos en el sofá por un rato más hablando del "Gran Sábado". Se venía un día largo y todos querían que terminara luego, pero estaba recién comenzando y las caritas de cansancio eran evidentes.

Ir a un funeral es complicado, personalmente no me gusta ir, porque soy de esas persona que llora al escuchar palabras emotivas por el fallecido del día y comienzo a recordar a mis familiares, a esos tan importantes para mí. Me hago preguntas, me respondo, hablo con "EL", rezo y me calma a los pocos segundos. Es rico sentir ese alivio, llorar me deja como nueva.
Un funeral te hace pensar que realmente nos comportamos mal, que no somos nada y que nuestra vida no es tan nuestra; que en un segundo todo puede cambiar para bn o para mal.

Al llegar a la iglesia ví mxa gente, me hizo pensar que fue importante y querido, eso me sacó una sonrisa en un momento triste. No todo es tan malo en un funeral, cierto?.
La misa fue sencilla, me encontraba rodeada de desconocidos, hasta de un fallecido desconocido, pero al sentir esa conocida mano tibia en la mía helada, recordé que estaba ahí acompañando al hombre que compartío mxos momentos con aquel personaje y que ahora sentía dolor por todo lo sucedido. Al mirarlo fijo, me sonreía con sus ojos y sentí lo felíz que estaba por estar con él.

Entre rezo y rezo nos ibamos acercando al peor momento de un funeral.
Terminó la misa y todos afuera repartiendo abrazos y llorando a moco tendido.
Empezó la cuenta regresiva y los autos estaban llenos y listos para comenzar el camino hacia el cementerio, -Atroz!!!- Ni siquiera la radio sonaba en el auto, fue tan largo el trayecto que me dió hasta sueño, hambre y dolor de guata. El sol pegaba fuerte, no podía abrir los ojos y si a eso le sumamos el sueño; el resultado es mi cara de poto. Olvidé llevar mis lentes para el sol, -Tonta- siempre ando con ellas, no sé que pasó que no las puse sabiendo que tenía día de funeral, pero bueno, para la otra, total no tenía ganas de andar top, -Quién se ve top cuando llora?- -Nadie- y menos en un funeral.

Ya en el cementerio, comenzó la ceremonia final, estabamos todos destrozados, me incluyo, porque la muerte de un ser querido es de profundo y sincero dolor. Todavía siento escalofríos cuando comenzó el descenso, es el termino de todo un día, pero no de los siguientes. Es una de las peores partes, los finales siempre son tristes, sobre todo en estos casos.
Ver a mis cinco personajes tristes, me dolió mucho. Creo que en este poquísimo tiempo siento un rico afecto y cariño por todos ellos, son realmente geniales y muy auténticos, son especiales para mí.

La ceremonia fue espectacular, no faltó, ni sobró... El corista cantó como los dioses, el día era perfecto, el cielo azul sin nubles, quieto, pero con un brisa fresca suave que rozaba levemente mis mejillas y me sonrojaba cada vez que él me miraba y apretaba mi mano.
Luego de rezar, escuchar algunas palabras de aliento y escuchar palabras emotivas de los amigos, comenzó el llanterío de la gran mayoria, luego para terminar, dar las condolencias a la familia uno por uno... -Fue de película-

Después de secar mis lágrimas, me retiré, caminando a paso lento al auto a esperar a los demás que obviamente se iban a demorar; por lo tanto me apoye en el auto y miré esos jardines infinitos que te invitan a morir gratamente, la tranquilidad que hay es única, pero quizás si no existieran los cementerios, los terrenos serían ocupados para otras cosas, que sería útil, aunque quizás las personas serían más frías de lo que son con los seres queridos, después de la muerte pasarían al olvido, aunque eso también pasa dentro de los cementerios, hay mxos fallecidos que no tienen ni una rosa, ni una visita el 1 de noviembre, -Triste morir así!-

Espero que al fallecido de hoy no le pase eso y no quede solo en el olvido, simplemente porque esta muerto, simplemente porque no esta aquí. Ojalá que la misma gente que fue a su misa, porque fue importante y dejo huellas en sus vidas, se acuerden de ir aunque sea a recordar aquellos momentos de risas y copas que hacen falta ahora que no está.


Mauricio Montero (Q.E.P.D)





Mi sábado fue distinto y a pesar de todo me gustó, sobre todo a la hr de once que fue cuando comí todo lo que no comí durante el día, -Rico, rico!!!-

Quedan más momentos por vivir, sean buenos o malos, da igual, simplemente hay que vivirlos y mucho mejor juntos =D!!!

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