miércoles, 21 de abril de 2010

► Anticoncepción hormonal masculina!

¿Por qué son así? ¿Qué les enseñó su mamá? ¿Los hemos mal acostumbrado todas en conjunto? ¿Qué pasa con sus cabecillas infantiles?...
Por qué siempre están preparados para el sexo, para la penetración en el acto, para las caricias lujuriosas y las experiencias eróticas de todo tipo, pero -en el noventa y nueve por ciento de las penosas y complicadas ocasiones-, nunca están dispuestos para aperrar en las consecuencias que todo esto trae, o que nos trae a nosotras.

¿No lo saben? ¿No podrían llegar a entender que no todo es color de rosa? ¿No entienden que no es rico sentir náuseas y jaqueca por un medicamento que debe impedir consecuencias de un encuentro sexual protagonizado por ambos seres humanos en estado de calentura y no sólo por una mujer en estado de calentura?

Lo más probable es que no actúan de manera inteligente, discreta y útil porque no lo quieran, sino, porque en muchas ocasiones somos las mismas mujeres las que actuamos de forma culposa y machista. Es cosa de ver cómo los hombres europeos hacen sus camas, cocinan, mudan bebés y los pasean en la noche, etc. Ahí hay mamás que educaron para eso. Y no es que la mayoría de los chilenos sean pasteles, pero a esta altura de la historia no debiera haber ningún pastel.

Pienso en el comentario de una lectora que decía que los malestares y consecuencias que padecí en una horrenda y calurosa estadía en mi cama por la píldora del día después, debía asumirlos en silencio, porque eran producto de mi “irresponsabilidad”. Claramente no entiendo cuál fue la irresponsabilidad; si dejar de tomar anticonceptivos porque hormonalmente no eran compatibles; ocupar preservativos, que además de evitar embarazos previenen las Enfermedades de Transmisión Sexual; o consultar a una ginecóloga para ocupar un sistema anticonceptivo adecuado. Tal vez la irresponsabilidad para ella fue que tuve sexo.

¿Pero de mi texto se desprendió que hice el amor sola? ¿Con un fenómeno poltergeist? ¿O con un extraterrestre lagarto? Lo digo porque ese “debes asumir” es justamente lo que no me parece. El amor y el acto mismo en especial, se hacen de a dos. Entonces hasta cuándo deberemos experimentar malestares, desajustes y operaciones a nuestro cuerpo por algo que se hace de a dos. Ésa es mi humilde inquietud.

Mi amigo, mi pololo, mi todo, no es una persona mala, me adora, me quiere y hasta podría llegar creer que se está enamorando de mí, pero, ¡por Dios que nadie le enseñó a responder bien! A acompañar, a entender los procesos. Nadie le enseñó a poner el mismo énfasis y la misma intensidad que pone para hacer el amor, en apaciguar y asumir todo lo que no es tan grato. Bueno, ahora aprendió, dicen que nunca es tarde.

¡Queremos ya una anticoncepción hormonal masculina! Yo no lo paso así de mal nunca más. Es la primera y úlima vez. Queremos responsabilidades compartidas. Queremos al ciento por ciento de los hombres informados, cooperando. ¡Asuman, o vamos por la primera huelga sexual! (Aunque nos duela el alma) xD

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