domingo, 27 de diciembre de 2009

► Así lo prefiero

Quiero casarme con un hombre indiferente.

Que no se deje convencer por mis poemas.

Ni me diga: amor te amo, bésame la frente.

Que escuche mis versos como tontos fonemas.


Que jamás me regale caricias por cumplir.

Que sus besos sean premios a mi insistencia.

Un hombre apático en ocasiones, siempre lleno de resistencia.

Con que me quiera y yo lo sepa, será suficiente.


Si con un hombre así me llegara a casar,

Me pasaría la vida conquistándolo.

De agasajos no lo dejaría descansar,

Y se me irían los días seduciéndolo.


Me imagino, él mi esposo

Y yo obsequiándole una sonrisa,

Él comiendo, muy feliz mis delicias,

Y yo haciéndole castillos con harina.


No quiero ninguna muestra de cariño.

Prefiero la emoción de la conquista.

Poco me importa ser ignorada como niña.

De sus rechazos quiero ser malabarista.


Resultan hombres muy, muy aburridos

Los que con tres palabras se desviven

Los que una conquista y dan sus vidas.

Los que con un ron se desinhiben.


Para ser un matrimonio bien perfecto,

La mujer debe ser bastante auténtica,

El hombre un manirroto de la adulación sin efecto,

Y juntos la copia barata del Werther de Goethe.

No hay comentarios: