sábado, 4 de julio de 2009

► Pasar el examen


A pesar de que todos los años es igual, sigo sorprendiéndome cuando llega la temporada de ranking de colegios. Dos pruebas nacionales (Simce y PSU) parecen determinar el éxito o fracaso de un establecimiento, ya que la prensa se encarga de publicar ediciones especiales con toda la información, que es devorada por padres deseosos de que sus hijos sean los mejores. Yo estudié en colegios muy buenos, particulares todos, con énfasis en el desarrollo de los talentos individuales, algo que no suele ocurrir. Y mis colegios hoy no figuran en la lista de los mejores, ¿Alguien ha pensado que un colegio cuyo principal objetivo es entrenar a sus alumnos para rendir favorablemente ciertos exámenes tiene el éxito asegurado? ¿Qué clase de colegio sería ese? Son cosas que uno empieza a cuestionarse, no soy madre, pero ¿Qué más será cuando lo sea? ¿Qué tipos de colegios habrán? Veo a mis amigos cuyos hijos están en proceso de postulación y mi sensación es que los que postulan son ellos, los padres, que en una entrevista personal se juegan la vida. Deben demostrar que son lo suficientemente inteligentes o católicos o disciplinados o sensibles, dependiendo del colegio. Y yo pienso que aquí algo anda mal ¿No debería ser al revés? ¿No es uno el que les confía a ellos lo más preciado que tiene para que le entreguen valores y conocimientos?


En Estados Unidos y Europa, la tendencia que gana adeptos es el “home schooling”: educar a los hijos en casa, los padres a cargo de la enseñanza. Dicen que la sociedad sobrevalora el aprendizaje intelectual a una edad temprana, que los niños deben aprender jugando y que cada cual debe hacerlo a su ritmo y a su manera. Tiene sentido, pero que pasa con los amigos, la socialización, el conocimiento del mundo real. En tal caso, más vale elegir un colegio Waldorf, inspirado en las ideas de Rodolf Steiner, quien precisamente pone al juego en la base de la educación. A mi me encantaría que mis hijos aprendieran de esa forma, pero ¿Seré yo lo suficientemente buena para ese colegio? ¿Debería ser vegetariana y no ver futbol por la tele? Si, ya sé, mejor no me burlo, porque seguro que en un par de años más me sorprenderé revisando los ranking, y con pánico antes de la entrevista personal.


En todo caso, lo que más me inquieta no es eso, sino como encontraré el colegio que reúna todos mis requisitos (que esté cerca, mixto, laico, personalizado, particular, pero no muy caro, que estimule los talentos y que no deje de lado el deporte y el inglés) y, más aún, como haré para ponerme de acuerdo con mi marido sobre el orden de importancia de estos requisitos.

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