viernes, 31 de julio de 2009

► No entender

Sí, soy un imán!

Sin darme cuenta atraigo a los hombres, debe ser porque no soy tan mina para algunas cosas, aunque NUNCA pierdo mi esencia de mujer. Por lo mismo tengo más amigos que amigas y las amigas que tengo son contadas con los dedos y de una sola mano.

Mi brillo exterior e interior hace que los hombre lleguen a mí sin llamarlos, soy alegre, chistosa y muy confiable, claro me ven como el mejor "amigo". A veces no me incomoda, pero por ser tímida y tan extrovertida en situaciones, muchas veces pierdo bonus track...


Todos tenemos un prototipo hacia el sexo opuesto... a propósito de esto, recuerdo a un amigo que dijo una vez: -Me encantan las mujeres altas, de tez clara, pelo negro, contextura normal y ojos marrones, que sean muy femeninas y que le guste cocinar- Que aberración más grande, su actual polola ni se parece a ese prototipo de mujer, es baja, pelo castaño, ojos café, morena, no es femenina, odia la cocina y la invitaría al gym hasta la vida eterna. (pero me cae mal)

Entonces, ¿Servirá tener un prototipo? En realidad para que si uno siempre termina con otra cosa.

He oído que a los hombres les gustan las mujeres calladitas... no muy entradoras, claro, eso es obvio, -Imagina una mujer entradora y un hombre calladito, que escena más patética.


Lo mio es que cuando le gusto a alguien yo no sé, entonces con mi forma de ser algo tímida y extrovertida en ocasiones... espanto a los hombres. Soy muy directa, sincera, hasta apática a veces y eso asunta. Entonces, ¿Cómo pareja no sirvo? o a lo mejor yo soy la que está mal... mi prototipo de hombre es otro y estoy en el lugar equivocado, por eso me encuentro con especímenes que se espantan. No sé, debo analizar eso.

Por el momento debo preocuparme en no atraer hombres del montón, ni básico, mira que ultimamente, -Uufff, mejor sin comentarios.

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